La seguridad al volante es vital, tanto para el propio conductor como para el resto de personas y su entorno; esa es la razón por la cual es tan importante tener un seguro de Responsabilidad Civil de Transporte. Sin embargo, cuando nos referimos al transporte ADR (Agreement on Dangerous Goods by Road) esa necesidad se intensifica más si cabe. Manejar y trasladar mercancías peligrosas es una actividad muy delicada que sólo debe estar llevada a cabo por profesionales del sector, y estos deben estar correctamente asegurados para garantizar las mejores condiciones de seguridad para propios y ajenos.
Y es que, evidentemente, no es la misma situación si se produce un accidente y el camión siniestrado transporta este tipo de mercancías. Un camión normal verá sus daños reducidos a su entorno más directo, pero un vehículo encargado del traslado ADR puede generar daños de suma importancia, ya no sólo en su entorno directo, sino que éste puede extenderse según el tipo de material en cuestión. Dado que estamos hablando de hipotéticas situaciones donde las consecuencias pueden ser exponenciales, es necesario dar con la contratación de un seguro que cubra de forma correcta cualquier tipo de incidencia.
Tal y como hemos mencionado, según el tipo de mercancía pueden darse daños medioambientales, o bien por contacto directo o bien por contaminación, y la gravedad de estos puede llegar a superar con creces la sufrida por el propio transporte y la mercancía que trasladaba. Por esta razón, el seguro que contrate la empresa correspondiente irá en función de cómo esté clasificada la mercancía a portar, ya que en función de su peligrosidad será necesario un nivel de cobertura u otro.
Tal y como establece el Acuerdo Europeo sobre Transporte Internacional de Mercancías Peligrosas por Carretera, la carga puede clasificarse según nueve categorías establecidas, o ser considerada directamente como residuos tóxicos y peligrosos. Las clases son materiales y objetos explosivos, líquidas inflamables, sólidas inflamables, susceptibles de inflamación espontánea, los que al contacto con el agua desprenden gases inflamables, comburentes, tóxicas, infecciosas, radiactivas, corrosivas, otros peligrosos diversos, los gases y los peróxidos orgánicos. El seguro de responsabilidad civil de mercancías peligrosas irá, pues, en función del grado de peligrosidad, y oscilarán sus precios y condiciones.
Un aspecto importante a tener en cuenta por las empresas contratantes de estos seguros es que muchas de estas coberturas sólo suplen los daños directos a personas/cosas dejando fuera el daño por contaminación. La Ley 26/2007 de Responsabilidad Medioambiental se centra en suplir, precisamente, este aspecto tan necesario para la seguridad ecológica, tanto en propiedades públicas como privadas. De esta manera, las empresas deberán compensar de alguna manera el daño medioambiental en caso de accidente, ya sea o bien devolviendo el lugar a su estado original o bien realizando algún tipo de acción que pueda compensar el incidente. A la hora de contratar un seguro este factor debe ser tenido en consideración, así como estimar el desembolso que puede llegar a requerirse en un caso así.
En definitiva, es necesario que cada empresa sepa perfectamente qué cubre el seguro que está contratando y si sus camiones ADR están plenamente cubiertos para cualquier tipo de incidente posible, o si es necesario hacerse con seguros complementarios que garanticen la seguridad a todos los niveles.