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Descubre si has comprado neumáticos más viejos de lo que pensabas

Cuando compras un neumático debes de saber la edad que realmente tiene. Pero también tienes que tener claro lo que esta significa. Todos hemos escuchado que los neumáticos no son seguros a partir de los cinco años, ya que las gomas pierden propiedades y acaban deteriorándose. Pero, ¿cuándo empieza a contar realmente el tiempo?

La respuesta es que estos cinco años cuentan a partir del momento en el que los neumáticos han sido instalados en el vehículo y no desde el momento de su fabricación. La fecha de caducidad de unas gomas es de diez años desde el momento en el que fueron hechas.

Estas fechas de caducidad, por supuesto, están pensadas para neumáticos que se conservan en las mejores condiciones y que no han sido sometidos a manipulaciones. Estos cinco años de plazo son uno de los motivos por los que usar neumáticos de segunda mano no es buena idea, ¿cómo saber cuánto tiempo llevaban instalados en el anterior vehículo o cómo han sido tratados? No es posible saberlo y por tanto, no es segura su utilización.

Lleva siempre un control

Lo normal es que si el coche se utiliza las ruedas se desgasten y acusen el paso del tiempo sin tener que preocuparnos por cuantos años tienen realmente desde que las hemos puesto, pero ¿cómo saber la edad de nuestros neumáticos?

La fecha de fabricación está impresa en la rueda y es algo que raramente debe de preocuparnos porque sería excepcional encontrarnos con neumáticos de más de diez años a la venta. En cualquier caso, podemos comprobarlo.

Lo que normalmente no es tan fácil de recordar es cuándo se han puesto los neumáticos en el vehículo. Por eso, es muy recomendable llevar una libreta en el vehículo en el que se apunten todas aquellas cosas que se le hacen, como el cambio de ruedas, el cambio de aceite, de filtros etc.

Esto facilita llevar un control y saber cuándo los neumáticos podrían estar comenzado a deteriorarse demasiado y va siendo hora de ahorrar para comprar unos nuevos para garantizar la máxima seguridad del vehículo y de los ocupantes del mismo. Otro truco es tener una carpeta con las facturas de todo lo que se ha comprado de las veces que se ha ido al taller, con el detalle de todo aquello que se le ha hecho.

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