Debido a la vida útil de un foco LED, al cambiar por este tipo de iluminación conlleva un ahorro a partir de los primeros dos años. Al sustituir nuestros focos incandescentes, halógenos o fluorescentes, la primera pregunta que se nos viene a la mente es ¿cuánto voy ahorrar con este cambio? Esta pregunta es básica ya que muchos fabricantes la utilizan para potenciar sus ventas. Si sumamos al ahorro energético, el gasto que conlleva cambiar de focos tras su vida útil el ahorro irá aumentando.
Es cierto que estos focos led nos brindan ahorro de energía pero también seamos conscientes que la iluminación LED aporta otra serie de ventajas para el usuario. Una de estas es el mantenimiento, que también es un ahorro. Estos focos muchas veces son mejores que los halógenos ya que generan menos calor y más iluminación.
Retomemos el tema del ahorro. En los últimos años al nivel mundial la tarifa eléctrica se ha incrementado en mayor porcentaje. Ante este problema es importante tener electrodomésticos y dispositivos eficientes energéticamente. Dentro de estos productos la iluminación LED está bien posicionada.
El ahorro que nos da este tipo de foco con respecto a otros, dependerá del consumo pero también de los gastos de mantenimiento. Los focos LED tienen una vida útil mucho más larga y consumen menos energía que otros dispositivos.
Un foco LED puede consumir un 90% de electricidad menos que un foco incandescente. Esto se debe a que el 98% de lo que consume la iluminación LED se transforma en luz y no en calor.
El LED es un dispositivo que actúa a baja temperatura en relación con la luminosidad que proporciona. Los demás sistemas de iluminación en igualdad de condiciones de luminosidad que el led emiten mucho más calor, resumiendo, los focos incandescentes transforman en luz solo el 5% de la energía, el resto se convierte en calor y en las fluorescentes se pierde el 71,5%, con el consiguiente gasto energético.
Antes de cambiar e invertir en la nueva iluminación para tu hogar, calcula las horas que estarán encendidos los focos, para así asegurarte de que estas tomando una buena decisión. Hay que tener en cuenta las horas de funcionamiento del foco, el ahorro energético y la consecuente reducción de los costos de electricidad. Este tipo de iluminación es la alternativa más barata y eficaz cuando se trata de ahorrar.
Otra ventaja de los focos LED es que tiene una capacidad de respuesta y control más rápida. No necesitan calentarse previamente ya que tiene un encendido inmediato que evita la molestia que producen los focos parpadeantes.
Estos focos son muy resistentes, al contrario de los focos incandescentes que pueden romperse con facilidad. Estos focos, además, absorben las posibles vibraciones en las que pueda estar sometido el dispositivo, sin producir fallos ni variaciones de iluminación. El LED carece de filamentos luminiscentes, esto evitara las variaciones de luminosidad del mismo y su posible rotura.
El gasto de mantenimiento de la iluminación puede llegar a reducirse hasta en un 95%.
Ahora podemos entender por qué los LED son la nueva tecnología elegida por la mayoría de las instituciones y empresas a la hora de emplear sus planes de ahorro y capacidad energética..